4.2.3.3. Modelo de Ordenamiento Territorial, 2031
Representación gráfica de la intervención en el espacio en todos los ámbitos del desarrollo a través de las siguientes políticas:
Al 2031, la parroquia Fernández Salvador se ha convertido en un referente de crecimiento económico generando condiciones para el desarrollo ganadero y turístico, lo que ha generado mejoras en la calidad de vida de sus habitantes. La cercanía a la vía panamericana ha permitido un flujo eficiente de productos, bienes y servicios.
Existen remanentes de formaciones vegetacionales en la cordillera oriental que presentan una tendencia a la disminución por lo que se establece una zona de reversión de la frontera agropecuaria que permite determinar un área de transición ecológica-antrópica entre las actividades agropecuarias y los fenómenos bióticos propios del bosque y páramos, en donde se promueve las buenas prácticas agrosilvopastoriles y la restauración de la cobertura vegetal originaria. Las zonas altas de la parroquia que mantienen áreas naturales se conservan y se frena el proceso de avance de la frontera agrícola a través de planes de manejo para la protección de la vegetación natural y los páramos.
La parroquia ha asumido como política de gestión de cuencas hidrográficas como elemento trascendental para su desarrollo. Estos mecanismos aseguran la protección de fuentes hídricas y permite la implementación de sistemas de captación, distribución y potabilización del agua de consumo humano.
El fomento a la producción agrícola y ganadera, mediante facilidades de crédito con bajas tasas de interés, y la adquisición de nuevos terrenos comunitarios cedidos por privados, promueve el fortalecimiento organizativo y la asociatividad para la generación de agroindustrias, asegurando el establecimiento de nuevas empresas que aseguren competencia en el mercado nacional e internacional aportando a los productos de la localidad valor agregado mediante la industrialización de los mismos, creando mayores ingresos económicos para la población.
La parroquia forma parte de un sistema regional de administración del agua, que permite implementar sistemas efectivos de riego tecnificado que han incrementado la productividad del sector agropecuario, en donde de forma implícita, se considera el control de la emisión de desechos líquidos y sólidos hacia los ríos.
Los centros poblados presentan dotación efectiva de servicios básicos; tratamiento de aguas residuales; recolección y manejo de residuos sólidos y líquidos; suministro efectivo de hidrocarburos; generación hidroeléctrica; utilización de energía solar; servicios de salud y educación integrales, autosuficientes, con atención permanente y de calidad.
Para la gestión pública se promociona una visión regional, es decir que la coordinación interinstitucional se establece a través de una conexión en un entorno regional organizado en mancomunidades que incentiva el fortalecimiento organizativo en comunidades; la capacitación en procesos de participación ciudadana; y el ejercicio de sus derechos como actores propositivos de la sociedad civil.